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El Video De Luces Rojas
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Luca -Parte 1-
-Luca - Parte 2
No habrá ninguno igual, seguro. No habrá ninguno como Luca Prodan, ese escapado de todos lados que un día se topó con un país dormido y lo hizo despertar a los gritos, en un español mezclado con mil acentos y un poco de ginebra. Y dos momentos: el último recital en Lomas de Zamora y la historia de la foto que lo empujó rumbo a la Argentina. Una vida breve, un final anunciado, un camino impredecible, un mito. Luca duele todavía, para muchos, pero su vigencia es indiscutible.
Luca-parte 3-
El río por el que se deslizan los mitos subterráneos es igual de oscuro, impreciso y contradictorio como el paisaje que envuelve a las viejas leyendas populares. En ese sentido, los mitos subterráneos transitan su camino imperfecto, pleno de falsedades y exageraciones, matizados siempre por los borrosos recuerdos de aquellos que asumen el desafío de forzarlos a abandonar el cenagoso río por el que corren rumbo fijo hacia el olvido. Por eso es tan difícil trazar contornos o establecer criterios biográficos, porque su historia es la historia de otros, la historia de los que están aquí para recordar. Sumemos a este mapa de imperfecciones una vida breve, una impronta marginal, y un personaje cuya propia existencia parece una enorme colección de malos entendidos, y obtendremos como resultado un mito argentino único.
-Luca-parte4
Tan desmesurada como inasible, la historia de Luca Prodan responde exactamente a los parámetros no escritos del mito. Contradicciones y malos entendidos decíamos y es así: quién puede explicar que la figura más emblemática del rock argentino, la más revulsiva, la más trascendente, sea la de un italiano nacido en Roma, educado en un selecto colegio de Escocia, que pensaba y cantaba en inglés, hijo de una acomodada familia compuesta por una italiana y un escocés que se conocieron en China. Semejante confusión de patrias, lenguas y pasaportes generó la leyenda, el mito, y multiplicó las dudas. Quién es capaz de comprender cómo este italiano, que primero se escapó del rigor y de un seguro destino universitario que lo esperaba después de la escuela Gordonstown, decidía después huir también del alienante paisaje londinense de los setenta, ese húmedo universo de excesos, locura y soledad que casi lo empuja del otro lado. Menos comprensible resulta entonces imaginar cómo terminó este personaje perdido en las sierras cordobesas, perseguido por los fantasmas de la heroína y la figura autoritaria de su padre, y con una valija repleta de sonoridades británicas, de punk, de reggae, de new wave. Imposible no resaltar, imposible no chocar contra un país enterrado en el miedo y la sangre de una dictadura. Imposible no confrontar con un rock nacional que apenas balbuceaba una identidad propia, confundido entre los modelos importados y los ritmos locales for export...
-Luca-Parte 5-
El 20 de diciembre de 1987, el cantante de Sumo, Luca Prodan, ofreció su último recital en estadio del club Los Andes, en Lomas de Zamora, donde dijo, antes de cantar una canción "ahí va la última", para los 500 jóvenes que lo escuchaban.
La cancha de Los Andes le ofreció al pelado un paisaje desolador: mientras del escenario se sacudían los acoples de las últimas pruebas de sonido, en el campo casi nadie se asomaba. Más allá, levísimo, en la tribuna, un puñado de remeras negras se confundían con los colores de esa noche de diciembre. Hablaba el pelado, y le hablaban todos, conocidos, amigos y perfectos extraños, pero todos sentían el privilegio de ponerse a charlar con el pelado por un rato, como si el recital no fuera más que una excusa trivial para juntarse un rato a tomar una ginebra y a cagarse de la risa y a gritar canciones perdidas entre gritos.